Este estándar ha sido publicado por el grupo de trabajo del proyecto TeST (Technical Standards in Treework) en colaboración con el EAC (Consejo Europeo de Arboricultura) de la que son parte las asociaciones de España , representada por la AEA (Asociación Española de Arboricultura), Bélgica, Croacia, República Checa, Alemania, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Polonia y Eslovenia.
El propósito del estándar es presentar las técnicas, procedimientos y requisitos comunes relacionados con la poda, con el objetivo de gestionar la seguridad pública y preservar la integridad de los árboles.
El estándar presenta prácticas fundamentales comunes utilizadas en todos los países europeos.
El estándar se aplica a los árboles que crecen fuera de los bosques, en etapas de desarrollo que van de jóvenes a veteranos, y también incluye a los árboles mutilados o mal gestionados.
En general, no se recomienda la poda de árboles para resolver problemas triviales percibidos, como los de la siguiente lista no exhaustiva, ya que cualquier intervención puede destruir los servicios ecosistémicos prestados por el árbol y a menudo puede dar lugar a árboles inestables y a trabajos de seguimiento innecesarios:
– Los árboles están dando sombra a paneles solares instalados…
– (Supuesta) interferencia con la recepción de la señal de TV o móvil.
– Caída de hojas y frutos.
– Molestias alérgicas, etc.
El estándar proporciona también criterios de seguridad para los arboricultores y otros trabajadores que realizan operaciones de arboricultura. Sirve de referencia para los requisitos de seguridad de quienes se dedican a la poda o el mantenimiento de árboles.
Para finalizar, el Estándar establece los objetivos que deben motivar la poda de árboles fuera de bosques:
– Seguridad de las personas y el tráfico.
– Servidumbre para el tráfico, los edificios, los trabajos de construcción, etc.
– Gestionar los árboles para obtener mayores beneficios a un coste responsable.
– Para objetivos identificados con fines específicos de mantenimiento.
– Prevención y gestión de plagas/enfermedades.
– Diseñar áreas/espacios públicos verdes donde las personas puedan descansar y jugar.
Es importante reconocer que, generalmente, los árboles no necesitan ser podados. Generando así multitud de beneficios y ahorrando gastos innecesarios en concepto de podas a los Ayuntamientos.
La mayoría de las podas se realizan con objetivos relacionados con las necesidades humanas, tal y como se definen en el siguiente párrafo.
Los objetivos más comunes de la poda de árboles son:
– Adaptar la estructura del árbol individual a las limitaciones impuestas por el espacio en el que crece (por ejemplo, crear un espacio libre respecto a las carreteras o los edificios).
– Aumentar el valor estético del ejemplar y su entorno.
– Conservar el valor biológico de los árboles y sus características específicas (microhábitats).
– Evitar la caída de ramas que puedan causar daños a personas y bienes.
– Limitar el riesgo de fallo de todo el árbol o de sus partes.
– Minimizar el conflicto entre los árboles o partes de los mismos y las estructuras adyacentes (por ejemplo, líneas eléctricas, edificios, etc.).
– Eliminar las partes de los árboles afectadas por plagas o enfermedades.
Compartimos el enlace a la web de la AEA donde se puede descargar gratuitamente el documento en español.
Jordi Cuyàs Sierra
CTO Belloch Forestal