El ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España define el cambio climático como “la variación global del clima de la Tierra.” Esta variación se debe a causas naturales y a la acción del hombre, se produce a muy diversa escala temporal y sobre todos los parámetros climáticos, tanto temperatura como precipitaciones, nubosidad, etcétera. El ministerio afirma también que “en la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modelo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.”
Ya en 2001 el Tercer Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) señalaba que se están acumulando numerosas evidencias de la existencia del cambio climático y de los impactos que de él se derivan. En promedio, la temperatura ha aumentado aproximadamente 0,6 °C en el siglo XX y el nivel del mar ha subido de 10 a 12 centímetros.
El Informe de Síntesis del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en noviembre de 2014, concluía que «la influencia humana en el sistema climático es clara y va en aumento, y sus impactos se observan en todos los continentes. Si no se le pone freno, el cambio climático hará que aumente la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles en las personas y los ecosistemas. Sin embargo, existen opciones para la adaptación al cambio climático, y con actividades de mitigación rigurosas se puede conseguir que los impactos del cambio climático permanezcan en un nivel controlable, creando un futuro más claro y sostenible«.
Las temperaturas en la Tierra son aptas para la vida gracias a un proceso natural llamado efecto invernadero. Cuando la radiación solar llega a nuestra atmósfera parte de ella es reflejada al espacio, y otra parte pasa y es absorbida por la Tierra. Esto causa que la superficie de nuestro planeta se caliente. El calor es irradiado hacia el exterior y absorbido por los gases presentes en la atmósfera, los llamados ”gases de efecto invernadero”. Este proceso previene que el calor desaparezca.
Hay muchos gases de efecto invernadero que de manera natural se liberan a la atmósfera. La acción del hombre aumenta la concentración de estos gases y limita la absorción de los mismos por los mecanismos naturales de los que dispone el planeta.
Las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano, el óxido nitroso, y otros gases fluorados producen “efecto invernadero.” El aumento de las emisiones por combustión de carbón, petróleo y gas produce dióxido de carbono y óxido nitroso. El desarrollo de la ganadería también es relevante ya que la ganadería intensiva produce gran cantidad de metano durante la digestión. El uso de fertilizantes nitrogenados produce emisiones de óxido nitroso y la liberación de los gases fluorados causa un potente efecto de calentamiento. La tala de selvas tropicales implica que, los árboles, que absorben CO2 de la atmósfera y regulan el clima no puedan hacerlo. Además, si se cortan, el efecto beneficioso se pierde y el carbono almacenado se libera a la atmósfera.
Es evidente que las condiciones climáticas en nuestro planeta están cambiando y con ellas nuestro estilo de vida. ¿Cómo pueden los árboles ayudarnos a que estas condiciones sigan siendo favorables a la humanidad?
- Los árboles ayudan a combatir el cambio climático, absorben el exceso de CO2 de nuestra atmósfera a través de la fotosíntesis que realizan sus hojas.
- Los árboles son los principales sumideros naturales de CO2 del planeta.
- Los árboles proporcionan oxígeno, enriqueciendo y limpiando el aire que respiramos.
- Los árboles limpian el aire absorbiendo los olores y gases contaminantes como óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono y filtran las partículas contaminantes con sus hojas y corteza.
- Los árboles ayudan a prevenir la erosión de la tierra y protegen el suelo.
- Los árboles ralentizan la escorrentía de agua evitando posibles inundaciones.
- Los árboles ayudan a conservar el agua.
- Los árboles ayudan a prevenir la contaminación del agua.
- Los árboles generan biodiversidad.
- Los árboles son un hábitat para insectos y aves.
- Los árboles reducen y mantienen la temperatura.
- Los árboles reducen el consumo de energía, ya que, por ejemplo, el gasto de aire acondicionado es menor en un hogar sombreado con árboles.
- Los árboles amortiguan el impacto de las ondas sonoras, reduciendo los niveles de ruido.
- Los árboles protegen de la erosión del viento, disipando su fuerza.
- Los árboles pueden contribuir al aumento de la seguridad alimentaria y nutricional, proporcionando frutas, frutos secos y hojas tanto para el consumo humano como para el forraje animal.
- Los árboles mejoran nuestra salud física y mental. Existen investigaciones que indican que vivir cerca de espacios verdes y tener acceso a ellos puede mejorar la salud, por ejemplo, disminuyendo la hipertensión arterial y el estrés.
- Los árboles sanan a los enfermos. Los pacientes que pueden ver árboles desde sus ventanas sanan con más rapidez y con menos complicaciones.
- Los árboles generan sombra que reduce la exposición a los rayos ultravioletas.
- Los árboles embellecen el paisaje.
- Los árboles embellecen nuestra propia vida.
La deforestación y la degradación de los bosques son una de las principales causas del cambio climático. Todas las acciones dirigidas a incrementar la cantidad de árboles que recubren la Tierra serán trascendentes.
¡Planta un árbol!
Jordi Cuyàs Sierra
CTO Belloch Forestal